ATMHay un tipo de pacientes que acuden a nuestra consulta desesperados, tras un largo vía crucis por consultas de médicos especialistas.

Algunos han visitado a neurólogos, traumatólogos, reumatólogos, y hasta psicólogos, aquejados por dolores de cabeza. Otros han visitado, además, a otorrinos por zumbidos en los oídos o pérdida de audición y todos con escaso éxito, aun habiéndose tratado con medicamentos tan fuertes como antidepresivos, antiepilépticos, betabloqueantes, etc.

Se trata de pacientes que al final son catalogados como neuróticos, ansiosos, depresivos…

A veces tienen suerte y acaban en nuestra consulta, de rebote, y descubrimos que tienen una alteración en la articulación temporomandibular que, como explicaremos, puede ser el origen de todos los  síntomas mostrados anteriormente.

Efectivamente, se trata de una patología desconocida por muchos especialistas  cuyo tratamiento no sólo elimina el dolor de la ATM  sino que también elimina migrañas, acufenos, mareos, trastornos de la deglución, etc.

Dicho esto, entenderemos por qué es conveniente acudir a un fisioterapeuta-osteópata especializado en patología de ATM, para que sepa diferenciar si el problema de la ATM es la causa o el síntoma.

Pero, ¿qué es la ATM?

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La ATM es la articulación más compleja y utilizada del cuerpo humano. Realiza entre 100 y 3000 movimientos diarios. Es responsable de abrir y cerrar la boca. Gracias a ella la mandíbula se articula con el cráneo delante del oído y cada lado de la cabeza. Esta articulación se utiliza para funciones esenciales del ser humano como masticar, hablar, tragar y bostezar.

Chasquidos al abrir la boca, mandíbula dolorosa al despertar, o dientes desgastados, son algunos de los signos que pueden revelar que se padece una disfunción de la ATM.

Los síntomas que provoca esta disfunción van desde un dolor agudo y crónico, dentro o delante de los oídos, que se irradia a la cabeza, cara, piezas dentales, mandíbula, boca garganta, nuca , cuello, hombros o brazos, hasta ruidos articulares como chasquidos y crujidos, así como zumbidos, pitidos o incluso vértigos.

Otros síntomas son el adormecimiento facial, molestias visuales, pérdida de oído y neuralgia del trigémino.

El tratamiento consiste, una vez diagnosticado el origen del problema, en reequilibrar toda la estructura del individuo, por lo que unas veces se tratará de manera principal  la zona cervical, mientras que otras veces habrá que tratar más la propia zona de la ATM (pterigoideos, maseteros, etc.)

La relajación de la musculatura del cuello también es importante, porque un desequilibro  de la fuerza muscular puede favorecer la aparición de mayor  tensión en un lado que en  otro.

La aplicación de una férula de descarga nocturna también nos ayuda a reprogramar toda la musculatura implicada en la ATM.

La realización de ejercicios  dirigidos por el fisioterapeuta  ayuda a la mejoría de la patología de la ATM.